Argentina 2022. El retorno de Saturno.

Cuando un ciclo planetario termina, lo que precede a un nuevo inicio muestra crisis relacionadas a la cualidad del planeta que se acerca a su retorno. Con Saturno, lo que languidece es el sentido de autoridad, la fuerza de ley, la presencia estatal, que al verse desbordados por aconteceres inmanejables debido a su masividad, da cuenta que sus respuestas pierden contundencia de gestión mientras transita un tiempo de reinicio durante el cual no es posible actuar ni ejercerlas con determinación porque 'el sistema se está apagando'.Argentina 2022. Retorno de Saturno.

El retorno es un momento que abre posibilidades renovadas de encarnar esa energía que venía perdiendo eficacia, que poco tiempo antes había dejado de ser funcional frente a necesidades concretas, porque en su proceso de cierre estaba justamente ‘en retirada’, diluyéndose. 

Para Argentina, la fuerza de este reinicio queda sujeta, encorsetada; hay un gran impulso enfocado en la obtención de resultados, pero el contexto general no permite la toma de decisiones unilaterales, ni movimientos libres; el camino no está allanado, todo avance es - o debería ser - medido, estudiado, consultado, como ocurrirá de aquí en adelante y por mucho tiempo con las revisiones trimestrales a cargo de los auditores del FMI. Es lo que señalan Marte junto a Saturno en el ciclo que comienza. Es decir, se recobra capacidad de acción y gestión, pero atada a aquellos lastres que permanecen sin ser resueltos ni soltados en la fase de cierre (aquí reside la diferencia con un tránsito por casa XII, que por su angularidad en ciernes tiende a precipitar crisis terminales más marcadas que las de un final de ciclo planetario como el que hoy atraviesa el país y estamos analizando). Por eso aparece con claridad la ‘mochila’ de la deuda externa y las negociaciones con el FMI, luego de una pandemia apaciguada y en medio de un conflicto bélico que afecta las economías y suministros de todo el planeta.

Esa mochila también carga el peso de la escalada inflacionaria y la pobreza sin resolución para un vasto sector de la población – jubilad@s, desocupad@s y trabajadores – que espera respuestas a sus demandas, en donde astrológicamente decimos que se abre un panorama en el que hay posibilidad de actuar en consecuencia, más allá de impedimentos y restricciones que aparezcan en el camino.

Retorno Saturno 2022 - Rádix Argentina.

Marte – Saturno forja dando firmeza y temple, no es una configuración de audacia, más bien tiende al esforzado impulso constructivo en pleno contacto con límites que restringen cualquier acto temerario. Dentro de ese marco podemos entender la búsqueda de sanción de leyes y acuerdos legitimados en el Congreso, especialmente en torno al pago de deuda y disponibilidad de recursos para afrontarla. En la carta del retorno vemos a Escorpio en el ascendente, signo regente de la casa II de Argentina, reforzando la presencia de Marte en este evento, mostrando a la vez la intención del gobierno de ‘transparentar lo que está oscuro’, es decir, los millonarios recursos en dólares fugados o lavados en cuevas offshore, aplicando leyes y penalizaciones que hagan posible su uso en el pago de la deuda con el FMI.

Que la fuerza de ley y sus sanciones sobre activos no declarados puedan eventualmente alcanzar a unos pocos privilegiados y oligarcas se ve en la ubicación de Saturno en casa V de la carta del país. Pero esto no asoma como tarea de fácil cumplimiento, si en la carta del retorno observamos la ajustada cuadratura de Saturno al ascendente escorpiano y al nodo sur, ubicado allí en conjunción partil. De por sí, la relación zodiacal Escorpio – Acuario es indicadora de tensiones poco flexibles.

Retorno Saturno 2022

La oposición con Marte natal en Leo y casa XI de la carta de Argentina enfatiza señales de enfrentamiento parlamentario, divismos partidarios y ansias de protagonismo tendientes al bloqueo de actos de gobierno; tristemente continuadores de comportamientos que ya vemos desde hace tiempo. Digamos también que Júpiter – Neptuno juntos en Piscis propician o incrementan la aceptación de desinhibiciones, falsedades y delirios alejados de cualquier límite, que una parte de la clase política sabe aprovechar como atractiva proyección colectiva para llevar agua para sus molinos.

Para completar el esquema, no podemos olvidar la otra configuración fija que actualmente dibuja tensiones en el cielo y aquí en la tierra, que involucra a Urano en Tauro cuadrando con Saturno en Acuario. En un sincronismo astrológicamente razonable, mientras permanecía en orbes estrechos los conflictos acentuaban contracciones capaces de obturar oportunidades de reformas, en una especie de cristalización con riesgo de quiebre debido al alto nivel de rigidez alcanzado en posturas, ideas, rancios anhelos destituyentes y defensa de intereses económicos, territoriales, financieros, anclados en inmovilidades y conservadurismos paquidérmicos carentes de opciones creativas, resistentes a cualquier innovación que amenace alterar el status quo.

Al desarmarse la cuadratura, se produce la liberación temporaria de situaciones trabadas que por su fuerte inercia tienden a regresar al estado anterior sin modificaciones ni cambios relevantes, cuando el orbe vuelve a estrecharse. Este vaivén desgastante y estéril tiene su último recorrido en 2022, cuando entre Septiembre y Octubre ambos planetas se acercan sin llegar al aspecto exacto, y mientras escribo - a principios de Abril - atravesamos una ventana relativamente menos contracturada, lo que representa oportunidad de acciones y reformas dentro de contextos turbulentos. Así es como surge el proyecto de pago al FMI recurriendo al gravamen de activos no declarados, con la consecuente y esperable resistencia de grandes y eventuales tenedores / fugadores de divisas.

Fuga de capitales.

El otro gran conflicto de intereses lo vivimos con la discusión y aplicación de retenciones al agro, y el precio de los alimentos, que al gobierno le resulta tan difícil regular y estabilizar frente a las constantes subidas implementadas por complicidades oligopólicas a ritmos irracionales. Con la guerra Rusia - Ucrania - EEUU, el dilema inflacionario ya es mundial, pero en Argentina su magnitud tiene otra escala, tan desmedida como las falacias que pretenden legitimar su exageración.

Cuando la cuadratura se desarma, libera a ambos planetas, por eso presenciamos ‘desquicios conservadores’ frente a magros intentos de regulación evidenciados por un Saturno en crisis de cierre / reinicio de ciclo. El retorno, con Marte en las cercanías, es un punto de impulso que implica decisiones sancionatorias y regulatorias aunque se cometan errores que deban ser corregidos. Ningún inicio o recomienzo es perfecto, acabado, por el simple hecho de estar dando sus primeros pasos. Como escenario posible, la instalación de balanzas en los puertos del Paraná sería una excelente medida estatal, ya que actualmente no se pesa ni controla lo que sale por sus aguas. Es casi ridículo que el Estado no registre con exactitud el volumen de lo comercializado por empresas agroexportadoras. Paralelamente, la conjunción Júpiter – Neptuno en Piscis simboliza la unión del río con el océano, que bien podría darse con la habilitación del canal Magdalena, garantizando la salida al Atlántico, que hoy Argentina no tiene. Ventajas económicas y soberanas que van a interpelar capacidades decisorias que luego en el próximo artículo veremos en la carta del presidente.

Paraná y canal Magdalena.

Regular, pesar, medir, gravar, delimitar para conformar políticas fiscales / tributarias eficientes y perfectibles, todo muy saturnino y necesario, aunque no le guste al costado evasor, contrabandista y fuera de la ley que tanto perjuicio económico le ocasiona al país, y que en la carta de Argentina se ve en la ubicación de Urano en casa II, dispuesto por Júpiter en Escorpio, que en una de sus expresiones tiende al crecimiento oculto, mercados negros y expansión en la clandestinidad. El trígono con Mercurio retrógrado, regente de IX y alojado en ese sector, parece funcionar como facilitador de la fuga, a contramano del proteccionismo aplicado en diversidad de transacciones que podría esperarse de su ubicación en Cáncer.

Rádix Argentina 1816

Desde las pasadas conjunciones Júpiter – Saturno – Plutón (2019- 2020), se acentuaron las disputas de poder entre mercado y Estado, y la concentración corporativa favorecida por la pandemia, al mismo tiempo amplificadora de desigualdades sociales. Para Argentina, el retorno de Saturno marca el reinicio de procesos de construcción de políticas de Estado que deberían sostenerse más allá de cambios de gobierno. La discontinuidad espasmódica genera sube y bajas que rompen para volver a edificar, impidiendo consolidar acuerdos básicos continuadores de direcciones que tracen rumbos sobre los que otras diferencias de gestión puedan ejercerse.

Por décadas, argentinos y argentinas hemos padecido - siendo partícipes y electores - de oscilaciones ideológicas extremistas en sus visiones y proyectos de país. En algún momento deberíamos percibir la destructividad de enfrentamientos carentes de cimientos básicos sobre los que manifestar divergencias sin eliminarlos por completo, para entender que ni las tablas rasas ni las épicas refundacionales funcionan como garantías de cambios exitosos. Históricamente, los pocos períodos de crecimiento que vivimos se sostuvieron en la continuidad de políticas de Estado, emergiendo de crisis sociales / económicas con distribución y desendeudamiento. Tal es el modo expansivo crítico, agónico y profundo que sobrellevamos con Júpiter en Escorpio. Con Saturno en Acuario, las planificaciones que permanecen dan oportunidad de progreso que recrea y atomiza la abundancia en múltiples áreas. Sinergia que deberíamos reconocer, asimilar y recordar colectivamente para asentar su entidad como devenir propio, constitutivo e inserto en nuestro mandala nacional de nacimiento.

Publicado por Astrokairos.